MONTEVERDE, JULIO (ED.)
En los años cincuenta del pasado siglo la Internacional Situacionistaforjó su concepto de Psicogeografía. Según Guy Debord, uno de susprincipales teóricos, esta debía entenderse como el «estudio de losefectos precisos del medio geográfico, ordenado conscientemente o no,al actuar directamente sobre el comportamiento afectivo de losindividuos». Se trata por tanto de un método para estudiar las formasen que la ciudad influye en el estado anímico del individuo yviceversa, y que tiene en la deriva una de sus principalesherramientas. Pero también, y por encima de todo, la psicogeografía es una práctica al alcance de todos destinada a promover una experiencia de la ciudad más intensa y acorde con nuestras necesidades reales.Recorrer la ciudad a tumba abierta, habitarla, entenderla como campode juegos; para luego estar en disposición de sacar de todo ello lasconclusiones adecuadas que nos permitan crear otra ciudad, una que sea consecuencia de la vida de las personas que la habitan y no de lasfuerzas económicas que la asedian. La presente edición, a cargo deJulio Monteverde, recopila los princip